Biografia Sacerdote de Sonador





El P. Miguel Jáquez, de nombre completo Román Miguel Jáquez Adames, ordenado sacerdote el 29 de junio de 1985, en la Parroquia Nuestra Señora de Fátima de Bonao, por Mons. Juan Antonio Flores, entonces Obispo de La Vega, cumple sus 25 años de sacerdote el próximo 29 de junio.
Recordamos algunas acciones del P. Miguel Jáquez desde el día que fue ordenado, en su ciudad natal de Bonao. Después de su Primera Misa y habiendo recorrido algunas comunidades en las montañas de su pueblo, asume su responsabilidad de Vicario Parroquial de la Catedral de La Vega. En 1986 fue nombrado Vicario Parroquial de la Inmaculada Concepción de Cotuí y de Las Mercedes de Villa La Mata, donde se despertó su carisma de constructor y organizador, dedicándose a la remodelación del templo parroquial de Cotuí y organizando los archivos parroquiales. Conjuntamente con el entonces párroco P. Fredi González, defendió los intereses de los campesinos afectados por la explotación de oro de la Rosario Dominicana, especialmente los de La Laguna y Los Cacaos de Cotuí, lo que le mereció el respeto y cariño del productor de televisión Freddy Beras Goico, quien le concedió en 1987 la “Medalla de Oro del Gordo de La Semana”. También enfrentó al entonces presidente de la República, Dr. Joaquín Balaguer, exigiéndole mejor atención al pueblo de Cotuí en cuestiones que consideraba que le correspondían a ese pueblo por derecho.
En el año 1990, Mons. Antonio Flores lo llamó a su lado, para que desempeñara las funciones de Canciller de la Diócesis de La Vega, su secretario personal y Vicario de la Catedral. En ese año se dedicó a la organización de las oficinas del obispado y los archivos, trabajó arduamente en la construcción de la nueva catedral e hizo construir la Casa







Parroquial de la catedral. En 1991 el obispo le nombra párroco fundador de la Parroquia del Espíritu Santo de Arenoso de La Vega, ejerciendo a la vez sus funciones de Canciller y Secretario del Obispado.
En 1991 empieza el P. Jáquez la construcción del templo parroquial del Espíritu Santo, y en el período de los años del 91 al 96, además de Canciller, Secretario y Párroco de Arenoso, remodela la capilla de Río Seco, construye el Salón Comunal de Arenoso con una escuela laboral, hace construir la policlínica de Arenoso, funda en el mismo lugar el Liceo Nocturno y hace de Director General de la Escuela de Arenoso. No conforme el Obispo Flores con estas responsabilidades del P. Jáquez, le nombra Director de la Casa de Cursillos del Santo Cerro, Ecónomo Diocesano, Juez Presidente del Tribunal Eclesiástico y Presidente de la Comisión para la Puesta en Valor del Sitio Histórico de Vega Vieja (remodela y moderniza el museo de ese lugar y hace que éste tome renombre en el país, especialmente en 1994, con motivo de los 500 años de la fundación de La Vega). Durante esos seis años en La Vega también ejerce la función de profesor de Derecho Canónico en UCATECI, Asesor Externo de la Dirección Regional de Educación y Asesor del Instituto Vegano de Cultura.
Una situación difícil especial en Constanza, hace que Mons. Antonio Camilo González, quien ya llevaba dos años de Obispo de La Vega (Mons. Flores había sido nombrado Arzobispo de Santiago), envíe al P. Jáquez a asumir la responsabilidad de Párroco de Las Mercedes de Constanza y Santiago Apóstol de Tireo. Desde 1996 al 2000, el padre Jáquez demuestra una vez más su capacidad de organización y constructor. Organiza los archivos parroquiales, remodela el templo parroquial, construye las capillas de La Culata, El Cercado, La Secadora, La Colonia Japonesa, Arroyo Frío, Cañada Seca, la Ermita de Casabito (con el artista arquitecto Thimo Pimentel) y construye la Casa de Cursillo “La Nueva Jerusalén” en Tireo.
Sus actividades sociales e intervenciones en todos los ámbitos de la vida de Constanza, defendiendo los intereses de los productores y campesinos, la promoción de la mujer en el Club de Madres de la parroquia, proyecto nutricional infantil y la construcción de 31 casas para los damnificados del ciclón Jeorge, le ganan varios reconocimientos civiles y religiosos de la comunidad de Constanza a nivel social y moral, y se le otorga en su despedida, en el año 2000, el mayor mérito de ese pueblo que es el de “Hijo Adoptivo de Constanza”. En ese año también había realizado una gran labor como Capellán Castrense del Ejército Nacional, con puesto en la Fortaleza de Los Cazadores, y con el entonces Coronel Joaquín Virgilio Pérez Félix, hoy Jefe de Estado Mayor del Ejército Nacional, quien se mereció por su trabajo social ese año el único reconocimiento religioso que la Iglesia de Constanza haya hecho a un militar. Pero también se le otorgó el de “Hijo Adoptivo” de la ciudad, conjuntamente con el P. Jáquez.
Otra situación especial para el obispo hace que el P. Jáquez sea trasladado a la ciudad de Cotuí, como Párroco de la Inmaculada Concepción y fundador de la Parroquia San Jerónimo. Su acogida allí fue de gran revuelo de regocijo. En Constanza la situación había sido la acogida fría y de expectativas, pues la fama con la que había llegado allí fue de que era un sacerdote duro, exigente y que solo trabajaría a favor de los ricos. Sus años de trabajo en Constanza demostraron lo contrario. En Cotuí sin embargo ya lo conocían. Una gran multitud participó en la Misa de toma de posesión de la parroquia, y de inmediato, con todas las fuerzas vivas, los diferentes movimientos apostólicos, los políticos y las diferentes instituciones de servicios de Cotuí, se empezó una gran labor de adecuación del templo parroquial de la Inmaculada, la construcción del Templo Parroquial de San Jerónimo, el equipamiento de todas las capillas a nivel litúrgico, la construcción de la capilla de Don Miguel, la lucha de defensa del medio ambiente frente a la inminente explotación de los sulfuros de la antigua Rosario Dominicana, la construcción de la Casa Curial, la organización de los archivos y modernización de las oficinas, la defensa de los derechos de la universidad, y otras actividades sociales, le merecen varios reconocimientos, entre ellos el de Miembro de por Vida del Consejo de ITECO (Instituto Tecnológico de Cotuí, universidad de Cotuí).
En el año 2004, al P. Jáquez se le presenta la oportunidad de realizar estudios en el Instituto de Liturgia de Barcelona (España). Con la anuencia del señor obispo, abandona sus responsabilidades en Cotuí y se va a Barcelona donde realiza estudios de liturgia a nivel de licenciatura. Es acogido en la parroquia Sant Joan de Viladecans, a unos 10 kilómetros de Barcelona, donde hace de Vicario Parroquial, ganándose la estima y el respeto de los catalanes. Tanto así que se le propuso asumir la responsabilidad de párroco por cinco años, pero el obispo de La Vega denegó la petición que le hizo Mons. Agustín, obispo del lugar.
A su regreso de Barcelona, en el 2006, el 10 de octubre, asume su responsabilidad como párroco de Santo Cura de Ars, de Villa Sonador, Provincia Monseñor Nouel. Una parroquia con 11 comunidades, y la más pobre de la diócesis de La Vega.
El P. Jáquez asumió con mucha alegría su nueva responsabilidad, encontrándose en una capilla que se estaba cayendo y que hace de templo parroquial provisional. Para su sorpresa se encuentra en Villa Sonador con un grupo de hombres y mujeres de una fe fuerte y con una capacidad de trabajo incomparable, a quienes aprovecha para realizar el trabajo de remodelación del templo provisional, construir las oficinas parroquiales, una pequeña vivienda para el sacerdote y un pequeño salón de conferencias.
Dato curioso es que esta ha sido la única ocasión que el P. Jáquez ha desobedecido a su obispo, pues Mons. Camilo deseaba que él viviera en comunidad sacerdotal y compartiera su vida viviendo en Piedra Blanca con el párroco de allí. Pero el P. Jáquez consideraba que el pastor tenía que vivir en medio de sus ovejas y compartir la pobreza y las dificultades de su nueva comunidad. Esto le ganó la simpatía de los fieles, quienes lo apoyan en todo, trabajando incansablemente en el ámbito religioso y social.
En la actualidad ostenta también la responsabilidad de Coordinador de los Sacerdotes de la Zona de Bonao (Arcipreste) y Vicepresidente de Finanza del Consejo para el Desarrollo de la Provincia Monseñor Nouel.
El P. Jáquez, aunque su apariencia es de sacerdote duro, muy exigente y muy recto, es apacible, jocoso, acoge a todos, ricos y pobres, niños y jóvenes y adultos, es muy sensible, llora y ríe, es muy espontáneo, es de muchas iniciativas, es un arquitecto frustrado, un gran cocinero, de gustos finos, pero capaz de someterse a las cosas más sencillas y humildes, capaz de levantarse a las tres de la mañana a trabajar, sin descuidar sus oraciones y meditaciones. Escribe las prédicas dominicales, para no pasarse del tiempo, porque tiene que celebrar tres Misas seguidas los domingos, y su fama es de que habla mucho, aunque la gente no se queja, porque gozan con sus enseñanzas. Tiene fama de buen pedagogo, hasta los niños le ponen mucha atención cuando habla.
Nos cuenta el mismo P. Jáquez, que su gran éxito como sacerdote, es que cuando llega a un lugar lo primero que hace es investigar los datos históricos, las costumbres y necesidades del lugar. Habla con el anterior párroco, para que le informe sobre todo lo concerniente a la pastoral y a la gente con la que puede contar para el trabajo en la parroquia. Trata de darle seguimiento a los trabajos del párroco anterior y darle valor y reconocimiento delante de los fieles. También se ocupa de mirar los dones y carismas que tienen sus fieles y los utiliza para el bien común. Pone a trabajar a la gente, sin creerse que es el mandamás y el que todo lo sabe. Consulta con personas de confianza cualquier actividad que va a realizar, nunca emprende una acción sin antes consultarla con dos o tres personas. Sus acciones son de equipo, nunca individual. Su madre es su mayor consejera, y hasta sus hermanos participan en sus decisiones.
En sus 25 años de sacerdocio nunca se ha casado con un movimiento apostólico determinado. Trabaja con todos los grupos y asociaciones. Es carismático, pertenece a la Tercera Orden Franciscana, es muy amante del Apostolado de la Oración, es cursillista de cristiandad, pertenece al SINE (Sistema Integral de la Nueva Evangelización), pertenece al Movimiento Parroquial Juan XXIII, pertenece al Movimiento Mariano de Schoenstatt, pertenece al grupo de Oración y Vida, apoya y promueve el Movimiento Matrimonio Feliz, trabaja con la Pastoral Juvenil (fue fundador del Programa Radial “Cristo Joven”, que se transmite por Radio Santa María desde 1979). Para él es de prioridad en la parroquia el Plan Diocesano de Pastoral y la Gran Misión Continental, que en Villa Sonador se lleva paso a paso como lo exige el manual que se ha entregado. Esto último se ha logrado al buen equipo que dirige el diácono permanente Lic. Cristóbal Colón Durán.
Pero el P. Jáquez no se conoce solo por su capacidad de organizar y construir. Su fama mayor es como liturgista, que comenzó cuando era ceremoniero en la Catedral de la Vega, siendo seminarista en el año 1979. Se empezó a especializar en la liturgia durante sus estudios teológicos en Maguncia, Alemania (1980-1985), y después, todas las grandes actividades litúrgicas de la diócesis la tendría él que organizar. Pero ya no es simplemente un ceremoniero, ahora es liturgista de profesión y esa es su pasión, que todos los actos litúrgicos se realicen debidamente y con la dignidad que se merecen, pues considera que la acción litúrgica de los hombres, bien realizada, llega a Dios y eleva todo el ser del hombre ayudándole a encontrarse con su divino creador.
Ha hecho de nuestra parroquia algo hermoso y digna de mirar si no ve o comproevalo tu mismo

2 comentarios:

  1. Un verdadero pastor de ovejas, todas son iguales para nuestro señor, por su historial de vida se debe concluir que ha estado combatiendo el combate, para el cual recibio el llamado.
    Dios siga bendiciendo su vida en salud y sabiduria para su santa gloria. Amen
    (Visto y escuchado por primera vez hoy 25/9/2023 en la celebracion de la misa en San Antonio de Padua D. N.

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